En nuestro día a día tenemos interacción con muchas tecnologías a las que apenas prestamos atención, pero que han tenido una enorme influencia en nuestra vida mejorándola mucho, como es el caso del código de barras, esas barras negras sobre fondo blanco que llevan todos los productos.

Scan Evolution nos vende todo lo necesario con el fin de leerlos, ya que ahora mismo los códigos de barras están presentes en ámbitos que ni siquiera sospechamos.

Han salvado vidas

¿Es posible que un simple código de barras haya salvado vidas? La respuesta es que sí y nos atrevemos a afirmar que han sido miles desde que se implantó en la industria médica.

Hace ya unas décadas, cuando nos realizaban un análisis de sangre no era raro que los enfermeros apuntasen los datos del paciente a mano sobre unas pegatinas, mientras que ahora se ponen unas con un código de barras o un QR.

Creemos que es fácil imaginar la cantidad de errores que se producían a la hora de consignar los datos de los pacientes, generándose resultados erróneos y perdiéndose análisis que podrían ser cruciales en el caso de enfermedades graves.

Nos ahorra mucho tiempo

Las personas nacidas antes de los 90, seguro que recuerdan cómo era ir a un supermercado en los 80 e incluso en décadas anteriores. Cada producto llevaba una etiqueta con el precio marcado que luego la cajera digitaba uno por uno.

Esto hacía que se generasen colas inmensas enseguida, pues el método dista mucho del actual en donde los productos se pasan a gran velocidad por el escáner que leen el código de barras sin necesidad de que la cajera teclee nada.

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Los errores se minimizan

Relacionado con el apartado anterior tenemos que los errores se han minimizado ¿Cuántas veces estaría mal un ticket cuando todos los precios había que ponerlos uno por uno a mano?

Por muy buena que fuera la persona que estaba con la máquina al final del día cometería errores, pues por estadística es imposible que no se equivocase varias veces, unas cobrando más y otras menos del importe real aunque ya sabemos que casi siempre ocurría lo primero.

De esta manera, también podríamos decir que nos ha ahorrado dinero pues ahora es muy difícil que nos cobren de más.

Ha facilitado mucho la logística

Este sector es dependiente de los códigos de barras. Creo que nadie puede imaginar ahora, con la cantidad de paquetes que se mueven, a personas leyendo las direcciones una por una.

No sería viable y por eso se emplean los códigos, con distintos tipos de lectores que son capaces de funcionar a velocidades de vértigo y que ayudan a clasificar esos paquetes en menos tiempo.

De hecho, gracias a esas barras verticales que vemos por todas partes podemos ver en todo momento y a tiempo casi real en dónde está ese pedido que hemos hecho, por qué países pasa, si ya está en la agencia cercana a casa o si el repartidor ya lo tiene en su furgoneta y va a llegar a nuestra casa en ese mismo día.